Polinización

El término polinización hace referencia al desplazamiento o trasiego del polen desde una flor que lo produce, a otra flor de su misma especie, en principio, que lo recibe. Este fenómeno tan sencillo a primera vista, trae asociado unas consecuencias inmediatas y de gran trascendencia, como son la formación del fruto, de una importancia vital en la agricultura, como ya veremos y la formación de la semilla, que le servirá al vegetal para perpetuar su especie y multiplicarse.

En realidad, las plantas superiores se pueden multiplicar también mediante otros sistemas, por lo general, a partir de porciones de la planta capaces de regenerar todo el organismo vegetal, pero estas modalidades tienen mucha menos importancia biológica que la reproducción por semilla, que con sus variadas formas, es el último eslabón de un largo proceso natural que lo precede, en una sucesión flor-fruto-semilla, consecuencia directa de la polinización.