Procesado

Desde la más remota antiguedad

La humanidad ha empleado desde antiguo sistemas equivalentes para sacar la miel de los panales construidos por las abejas, basados todos ellos en la presión o estrujado -normalmente manual- de los panales.

En Tenerife este modo tradicional de cosechar la miel se ha empleado para las colmenas tradicionales o corchos.

Estos procesos eran muy básicos y rudimentarios y no siempre jugaban a favor de la calidad de la miel, tal y como hoy la entendemos.

Una artesanía puesta al día

Un proceso tradicional modernizado (calidad e higiene)

Las mieles de Tenerife combinan la conservación de la frescura y las propiedades que la flores y abejas le confieren, con la aplicación de procesos de manipulación acordes a las exigencias más estrictas en higiene y seguridad alimentaria.

En la actualidad, las Mieles de Tenerife se obtienen de colmenas de tipo movilistas en las que los panales que contienen la miel madura son retirados de las colmenas y sometidos al proceso de extracción en salas adecuadas a estos fines.

La miel se extrae por un proceso de centrifugación con extractores de acero inoxidable. Tras un filtrado para eliminar cualquier resto de cera u otra impureza física que mantiene inalterado el contenido en polen original del producto, se obtiene una miel limpia, sin tratamiento térmico y preparada para envasar, que mantienen todas las características de las flores visitadas por las abejas les confieren.