La cera
Cada individuo de la colmena tiene una tarea específica que desempeñar en función de su sexo y edad.
Las abejas cereras son las encargadas de producir la cera con que se construyen los panales donde la reina pone los huevos o se almacena la miel y el polen. Estas abejas tienen alrededor de diez días de vida, producen unas pequeñas escamitas de cera, en unas glándulas especiales situadas en su abdomen, que toman con las patas, las llevan a la boca, donde las mastican mezcladas con su saliva, para moldearlas y reblandecerlas antes de poder pegarlas en los lugares que corresponde para construir el panal.
La cera se obtiene tanto de panales viejos como del corte que se realiza en el momento de extraer la miel.
Se ha utilizado desde tiempos muy remotos para la fabricación de velas; también se emplea para lustrar madera y cuero, para impermeabilizar telas, papeles y cartones, para recubrir algunos quesos, y para fabricar barnices, cementos, mascarillas, flores y frutas artificiales. Igualmente se utiliza en farmacopea y odontología.
En apicultura, es muy importante la recuperación de la cera para la producción de láminas estampadas, ya que éstas se introducen de nuevo en las colmenas facilitando mucho el trabajo de las abejas cereras evitando con ello, un mayor gasto energético por su parte.
Asimismo, se mejoran las producciones de miel, acelerando la formación de nuevos panales.